Te Cuidaré por Siempre
Hace dos días que estoy aquí, no sé dónde diablos es, estoy, emmmm ¿cómoda? Si es que se puede decir que estoy así, es una habitación bonita, eso lo debo de admitir, es grande, espaciosa y muy bien iluminada, tengo una cama muy grande con muchos cojines de seda y algodón, tengo un mueble enorme con el espejo magnifico, debo decir que es el más grande que e visto en toda mi vida, tiene muchos cajones y pinturas, un mundo de pinturas, no pensé que existieran tantos tonos diferentes, otro con mucha ropa, vestidos de noche, de gala, sencillos, collares, pulseras, anillos y no sé cuanta fregadera más, Doorn se está esforzando mucho para que esté cómoda.
Cada día por la mañana llega una dama, no me habla, no dice nada, como odio que haga eso, llega, limpia mi cuarto, me trae algún libro, limpia la letrina, me trae agua limpia, algo de desayuno, levanta la ropa que vea sucia y se va, unas horas después, a medio día, regresa, me deja un nuevo plato de comida, revisa la letrina, si hay algo lo limpia, toma los platos sucios del desayuno y se va, otra vez, no dice nada, para la noche, a eso de las siete cuando comienza a oscurecer, me trae velas, toma los platos sucios, luego se va, una hora más tarde me trae la cena, revisa la letrina y se va, dos días así, ¡DOS! Es una maldita pesadilla, esperaba que si venia con ellos tuviera mejores respuestas pero no ha sido así, ahora estoy enclaustrada en un lugar que no sé qué es, ni dónde está.
Hoy a medio día apreció un gato gordo en la ventana, es gris con manchas negras y blancas, parece que siempre está enojado, tiene el ceño fruncido todo el tiempo, se debió pelear hace poco, los bigotes derechos están cortados, pareciera que se los tiraron a jalones, eso si, amo sus ojos, son verdes, es mi color favorito, lo que me trae más chiste de él es su cola, larga y esponjosa, no sé como llamarlo o si ya tenga nombre, imagino que sí, está demasiado gordo para ser un gato sin dueño.
Él libro que me trajo hoy “mi dama” si me gustó, habla de la Gran Guerra, no sé si creer en eso, ángeles peleando unos contra otros por el futuro del mundo, a veces siento que es algo exagerado, pero es interesante, un momento ¿Qué es eso? Es el tercer día aquí y es la primera vez que escucho ruido, es un jinete, nunca había visto ese emblema, no alcanzo a verlo con claridad parece un venado, deben de ser hombres del tipo del yelmo con astas, cuando salimos de la torre, me cubrió el rostro y no dijo ni una palabra en todo el camino, duramos horas en llegar, creo que me dormí unas dos veces, llegamos, me quitó la bolsa de la cara y se fue, como odio que nadie diga nada.
-Buenos días niña -parece que es éste tipo- necesito pasar ¿estás presentable?
-Si, adelante. Espero que me dé respuestas.
-¿Cómo te has sentido?
-Me sentiría mejor si me dijeran que hago aquí. Veo que no le gustó para nada mi respuesta, pero no me importa, quiero saber que pasa y Doorn no les permitiría que me hicieran nada.
-Nos mandaron por ti.
-¿Los mandaron? -muy bien, vamos por ahí, habla- ¿quién?
-Alguien, no me preguntes quién es porque no lo sé, nos contrató para sacarte
de la aldea y mantenerte a salvo, algo grande está a punto de pasar ahí.
-¿Alguien? ¿no son hombre de él?
-No, somos espadas libres. Este hombre saca una botella de entre sus ropas y comienza a beber.
-Son espadas libres ¿eh? -bonita excusa, es lo más estúpido que me han dicho jamas- Y aceptan contratos de hombres que no sabes su nombre.
-Recibimos el pago -hace una pausa para beber un poco- es todo lo que nos importa.
-No debes ocultarlo sir… no sé cual sea su nombre.
-No soy sir, sólo soy un hombre que trata de ganarse la vida, pero mi nombre es Boro, está es mi torre.
-Bueno, Boro, no necesitas ocultarme para quien trabajas, sé muy bien que Doorn te contrató.
-Es bueno saber que tú si lo conoces.
-¿Yo sí? ¿No lo conocen?
-En persona no, llegó un tipo con una carta y el dinero, eso es todo lo que necesitábamos, aunque no estoy seguro que ese fuera su nombre.
-Si, ese es, entonces ¿Cuánto tiempo me vas a tener aquí Boro?
