



El Mar y la Luna
¿SABES POR QUÉ LA LUNA Y EL MAR SIEMPRE ESTÁN JUNTOS?
Esta historia es un poco vieja, más allá de lo que muchos pueden recordar y se ha pasado de una generación a otra escuchando el sonido del mar y leyendo la luz de la luna.
Todo comienza por allá, por la creación, en los primeros días, el origen del todo, cuando el tiempo no estaba ordenado y la secuencia de la realidad sólo era un chiste que se contaba de vez en cuando...
Se dice que el mar se creó en el segundo día y la luna fue hecha en el cuarto.
Después de esto la historia se pierde en el tiempo y los detalles son sombríos y confusos, pero vamos una noche, despídete de los sentidos y deseos que te atan a la vida mortal y ve a la orilla de una playa, verás como estos amantes eternos esperan que el señor del día y la felicidad se esconda en el horizonte y deja a la dama del amor y el sentimiento señoreando en el cosmos y al padre de la locura y los sueños vanos desbordar su amor...
Al comenzar la vida, el mar veía como la luz y las tinieblas se confundían y revolvían en lo alto, de pronto, miró como aparecían dos seres nuevos que lo acompañarían, uno era llamado sol, la otra luna...
Comenzó el día y la vio en lo alto, conocía muy bien como es la luz y como lo es la oscuridad, pero, nunca, había visto ese espectáculo que solo ella puede dar...
La oscuridad la rodea, cientos y cientos de decoraciones existen en su entorno, pero su brillo, ese destello que emana no tiene comparación, ella se veía reflejada en el amplio mar y se preguntó ¿Qué hay ahí adentro? ¿Qué secretos esconde este ser de infinita profundidad y que sólo muestra su superficie? Su ser, muestra, lugares tan claros que parece trasparente, pero, otras tan oscuras que parece ser parte de la noche, a de ocultar dentro a la oscuridad cuando el sol llega.
Deseó poder fundirse con él, él, por su parte, deseaba poder tocarla, sentía su luz posarse sobre su ser y eso sólo lo hacía desear estar con ella en la inmensidad de ambos, desbordarse sobre ella y empaparla de sí.
Ella lo contempla desde lo alto y él se estremece por su presencia, sus aguas, se alborotan y descomponen sus formas por ella, se siente salir de su caudal y se alza en los cielos por alcanzarla, cimbra la tierra al elevarse por el aire y chocar su cuerpo contra las costas, pierde el control sólo al tenerla ante él.
La luna se desplaza entre las estrellas, se abre camino para mostrarse para su amado, con su silueta lo seduce, con sus detalles lo enamora, con sus decoraciones lo vuelve loco, ambos desean acercarse, ella desea impregnarse del él.
Poco a poco la vio recorrer el cielo hasta que la luz en el oriente apareció...
Ella desapareció en el horizonte pero su silueta aún permanecía con él.
-¿A dónde se fue? Preguntó.
-A seguir su recorrido -Le respondió el sol- no te preocupes que pronto volverá, ella y yo recorremos los cielos, pero siempre volvemos a donde estuvimos.
Durante todo el día estuvo impaciente y desesperaba al sol, ya que todos le decían de la fuerza del mar, del espectáculo que realizó al ver a la luna, pero frente a él no hacía nada, sus aguas se limitaban a ir y venir, hacían tiempo esperando a que la luna nuevamente se elevara en los cielos.
-Voltea y ve, yo me voy y ella comenzará a brillar como la recuerdas... Dijo el Sol.
Su vista se postró a donde el sol le indicó y poco a poco mira esa luz, brillante y deleitante, llena de pasión y fuerza, aquella luz con el poder de alborotar al mar y hacerlo cambiar.
Durante muchos días la vio de diferentes maneras, cada día la miraba cambiar y su reacción siempre era distinta a cada una de sus personalidades, pero amaba todas, se enamoró de cada una de sus facetas, que deleite para un amante que su razón de amar se muestre con todos sus rostros...
Se contemplaban mutuamente deseando estar juntos...
Cada cierto tiempo, aquel en lo alto bajaba y hacia algo nuevo, pronto, hubieron cientos de criaturas por doquier y el mar albergaba muchas, fue el primero en tenerlos y la luna amaba cada uno de esos detalles, lo convertía en un ser lleno de incertidumbre, pero, al mismo tiempo, las envidiaba por conocerlo desde adentro y ella no...