



La Vieja Guardia
-Si vuelves a amenazarla, casaré a cada uno del clan, yo mismo los eliminaré, empezando por…
-No la estoy amenazando -interrumpe en seco- estoy diciendo la verdad.
-Explícate. Exige Beto con voz cortante, indiferente, directa.
-Samael -carraspeó- él…
-¿Qué diablos sucede con ese idiota?
-Samael, escapó.
Los ojos de Beto se dilatan, aprieta los puños y comienzan a temblar, Mónica siente la reacción del cuerpo de él, ella sujeta su cuerpo intentado pegarse lo más posible.
-¿Amor? -Pregunta- ¿Qué pasa? ¿Por qué estás así? -el pánico se apodera de las palabras y acciones de Mónica, ésta intenta calmarlo con desespero- amor, reacciona por favor, amor…
No se podría distinguir con claridad la división entre las emociones que de él emanaban, líneas de rabia dibujaban formas en su rostro, otras de angustia y preocupación, algunas más delataban señales de algún miedo u otras emociones menores que no se distinguían con claridad.
Después de varios segundos inmerso en la profundidad de su cabeza, una voz comienza a sonar en su oído, su cuerpo es agitado y golpeado, reacciona percatándose de que Mónica le habla con miedo, no sabe cuánto tiempo se perdió en su propia cabeza.
-Tranquila bebé -Dice tomándola de las manos- no pasa nada, tenía que pensar, eso es todo -Lo dice con una voz cálida, linda y sutil, al voltearse hacía ella le besa la frente con suavidad- ¿Me amas? -Pregunta sin más.
-Sa… Sabes que sí amor. No comprendió la pregunta, el llanto la hace pausar sus palabras, se siente perdida, pasmada, de la nada sintió un cambio de actitud que no comprende.
-Abre los ojos amor -un pésame de fastidio y rencor pesan en la garganta de Beto- ya no tiene caso que los mantengas cerrados.
Ella, lentamente abre los ojos, lo primero que ve es el rostro de su amado, con una mueca disfrazada de sonrisa, conoce esa expresión, sabe que algo lo incomoda, pero no puede hacer nada, él le da un beso en la frente nuevamente y se pone a un lado de ella sosteniéndole la mano, mira hacía el frente y ve a un sujeto más alto y fuerte que Beto, a su lado ve algo que no comprende al inicio, es una especie de… humano, un humanoide delgado y muy alto, supera fácilmente los dos metros y medio.
-¿Qué pasa? Pregunta con temor.
-Mi vida -dice aspirando profundamente- te presento a mi hermano, él es Amilkar.
Apenas puede creer, desde que conoce a Beto a escuchado hablar de su mejor amigo, siempre se llaman hermanos y ahora lo ve, pero no entiende porque el verlo se pone así.
-¿Quién es…?
-Él es Darhaoik -un bufido y una mueca se escapan de su cuerpo mientras presenta al extraño ser- no le pongas atención, luego te explico.
-Hola hermosa -Dice Amilkar-¿Cómo estás? ¿Cómo lo aguantas?
-Hola -responde lentamente y entre pausas intentando entender que sucede- bien gracias, pues, no sé, así nada más, creo.