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Ancla 1

Apnea Capitulo V

Desperté demasiado confundido, tratando de encontrar una explicación a aquel sueño. Poco caso hice después de los primeros minutos, aunque eso no podía quedar así. Una segunda noche, la misma escena pasó por mi cabeza la noche siguiente y para colmo la siguiente. Tres noches soñé la misma escena, todo igual, salvo por un pequeño detalle…

 

En ese tercer sueño volteé y la vi, la vi orgullosa, pero no de felicidad o de estar satisfecha, la vi orgullosa, decidida, no iba a voltear a verme en ninguna circunstancia, la había dejado sin decirle nada.

 

No pude más, no me resistí, a pesar del miedo que sentía esa tarde tomé rumbo a su casa. Más de veinte minutos valorando las posibilidades de presionar el botón gris para avisar que alguien buscaba a los habitantes de los muros de concreto.

- ¿Sí? Preguntó su madre al abrir la puerta.

 

- ¿Está..?

 

-Sí ¿Quién la busca?

 

-José. Dije mi primer nombre, algo que nunca hago, pensé que si decía de la manera que me conoce no saldría.

Esperé dos minutos si acaso, pero con el nervio sentí como si fueran dos horas. Se paró en la puerta y me fulminó con su mirada, algo me dice que aún seguía molesta.

 

Para mi sorpresa me recibió, estuvimos tirados por media hora en la banqueta de su casa, le conté mi sueño y que esa era la razón por la que había decidido ir a verla. No recuerdo el motivo, pero entramos a su sala para continuar con la plática y ahí no sé qué pasó, pero la besé, fue un beso muy corto y rápido, pero al tenerla cerca de mí no me pude resistir.

Lógicamente ella se sacó de onda. Me dijo que tenía mucho tiempo sin pareja y en todo ese tiempo no había besado a nadie. Pocos días después me fui de la ciudad y nuestras pláticas eran muy raras, muy escasas.

 

En una plática telefónica después de muchos meses me cuenta de un chavo que conoció. Para mí no era extraño, siempre me contaba de chavos, pero esa vez me sorprendió, ya eran novios.

 

Después de eso, nuestras ya de por sí cortas y esporádicas pláticas desaparecieron hasta su cumpleaños donde decidí mandarle una carta con un código oculto para que lo resolviera. Entre ella y sus amigas lo resolvieron.

Ese mismo diciembre lo conocí, fui a visitarla y él estaba ahí, fue todo incómodo, aunque para mí, de cierta manera fue divertido. Después de eso nuestras pláticas cesaron por completo.

Un año después

Aquí ya todo había acabado, sólo dos cosas sucedieron.

 

Compré un nuevo celular, por alguna razón decidí mandarle un mensaje, me lo contestó muy apenas, después de eso me bloqueó definitivamente, ya no insistí más.

 

En su siguiente cumpleaños entré a mi correo y comencé a escribir. No sé porque lo hice, sólo quería hacerlo. La felicité por su cumpleaños, nunca recibí respuesta…

...

Cuatro años después

 

Estando recostado en mi cama escucho que mi celular suena, miro el icono del aviso y es un correo, lo ignoro. Después de un rato más iba decidido a borrar los correos nuevos, sólo es más spam que llena mi bandeja de entrada, uno fue distinto.

 

Enviado por: Cristina Cota

 

Asunto: RW feliz Cumple

 

¿Y ahora? ¿Es qué las parcas aún no se han casado de esta historia?

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