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Ancla 1

Apnea Capitulo I

Días, algunos días son los que tardé en poder concretar ese contrato. Lo irónico fue que de un día a otro me llamaron para preparar el show. La idea pasó de ser uno a tres integrantes. Bailar con fuego, nunca hubiese imaginado que me llevaría a ella…

 

Esa noche nada salió como hubiese querido, la iluminación falló y eso conllevó que el show no se mostrara correctamente. No puedo decir cuántas veces subí hasta la cabina del DJ, pero tuvieron que ser más de diez. Una escalera vertical de más de cuatro metros de altura me decía que me iba a caer. Mi mejor amiga iba acompañándome, ella siempre me acompañaba, Ángel uno de “mis chicos” con su amigo y un amigo mas que iba  con ella…

 

Un buen evento debo resumir, nada fuera de lo común, sólo un buen evento. Quién iba a creer que después de eso duraría enfermo postrado en cama algunas semanas, mi horario escolar cambiaría y lo poco que puedo controlar se descontrolaría.

Vengo tres semanas atrasado a clases, me cambiaron de turno y ahora no conozco a nadie. Esperé al profesor fuera del salón por algunos minutos hasta que llegó y pude presentarme.

 

Desde lejos lo vi con cara de no es cierto, riendo se dirige a mí.

 

-No güey, dime que no es cierto. Me dice mientras me saluda.

 

-Bueno pues, no es cierto, pero ahora voy a estar en la mañana. Le contesto mientras río.

Platicamos un rato hasta que me dice que vayamos a caminar. No sé el porqué, pero todos tenemos la tendencia de caminar alrededor de la escuela cuando no hay nada que hacer.

 

Esa chava ya me hizo sentir incómodo, no me agrada que se me queden viendo… no manches, él la conoce, espera un segundo, la besó.

-Hola -me dice con mucha confianza ¿se supone que debo saber quién es?

 

-Sí te acuerdas de ella ¿verdad? Pregunta él a ver mi rostro de perdido.

 

- ¿Cómo te explico que ya olvidé lo que desayuné hoy y apenas son las ocho?

 

-Ella iba conmigo cuando bailamos en el In. Cuando me dice de donde se supone que la vi, algunos recuerdos vagos llegan a saludarme.

 

-Ah, ya va, recuerdo que iba alguien contigo, pero no me acuerdo quien era, andaba ocupado subiendo y bajando.

 

-Sí, no te preocupes, me di cuenta de que estabas ocupado, -dice al fin la chava- nada más se te veía subir y bajar, subir y bajar. Con un pequeño y fallido intento por contener su risa hablaba -Lo recuerdo bien.

 

Ese día fue extraño, mi primer día en otro turno, no conocía a nadie, fue incómodo estar ahí durante todo el día.

 

Él fue por mí todos los días de la primera semana, a las ocho pasaba a mi salón. A esa hora comenzábamos a caminar hasta llegar el laboratorio, pasé mucho tiempo ahí a pesar de que nunca había ido antes.

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© Copyright 2023 by Alberto Núñez.

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