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Ancla 1

Te Cuidaré por Siempre

La última vez que hablé con él, era diferente, sus ojos no brillaban, su voz cortaba más que el acero, transpiraba odio, me dio mucho miedo, nunca lo imaginé así, no era él al que miraba, no sé que era lo que miraba, siempre fue tierno, tenia su carácter eso es verdad, pero conmigo era otra persona, completamente amor, me encerré en mi cuarto por días, no salí hasta que Daniel fue por mí, me repetía una y otra vez que no podía tenerle miedo, que él me cuidaría, “Te cuidaré por siempre” me repitió en más de una ocasión, si tengo que dar mi vida para que estés bien, lo voy a hacer, no te preocupes, yo “Te cuidaré por siempre”, la verdad pensé que me besaría pero no lo hizo, es un caballero me dijo, hasta que estés lista. 

Pasaron meses sin ningún incidente, yo conozco a Daniel desde hace tiempo, pero su familia se mudó y no fue hasta hace poco que volvió, regresó en el momento correcto, lo necesitaba, la manera en que Doorn me trató, lo que estaba pasando, todo era demasiado para mí, justo cuando cumplimos un año de novios, la siembras de mi padre se incendió, perdimos mucho, mi madre estaba desconsolada, mi mayor miedo fue cuando pasó el fuego, estábamos Daniel y yo revisando los daños cuando encontré un escudo, era el escudo de Doorn, un duro y pesado octágono con el corcel resaltado,

No le dije a nadie, lo escondí, Daniel se dio cuenta que algo había pasado pero no le dije nada, él se limitó a besar mi frente, ese mismo día en la noche volví por el escudo pero ya no estaba, lo había enterrado, sabía muy bien donde lo dejé pero desapareció, no había huellas, no había ni un rastro de nadie, lo enterré y cuando fui al lugar no había un hueco ni nada similar, simplemente no estaba. 

Tengo tanto miedo, Doorn desapareció hace tiempo, tengo miedo de que me odie y ahora quiera vengarse de mí, no sé si quiera y menos porque lo quiere hacer, pero tengo miedo que nuestra despedida lo hiciera creer cosas que no son y ahora me odie, mi vida y la de los que me rodean peligran, Doorn siempre fue muy poderoso, muy respetado, en cierto nivel fue hasta temido y sospecho que ahora lo es más. 

Mi nombre es Neyla, Tengo veintiún años, desde hace dos años terminé con mi novio de toda la vida, después de eso, él, se fue, desapareció de la aldea, es el año 2132 después de la gran batalla (D.G.B), cuando los ejércitos de los cielos se enfrentaron entre si, el ganador como todos sabemos fue el Linkay. 

Hoy tengo miedo, mi ex novio, Doorn, era muy respetado aquí en la aldea, todos me admiraban cuando estaba con él, no se explicaban porque me había elegido a mí, hace un año que estoy con Daniel, él, es un caballero, a estado conmigo en los momentos amargos que e pasado, a pesar de no llevar mucho tiempo juntos, siento que ya lo amo. 

Antes de que Daniel llegara a mi vida, extrañas cosas comenzaron a pasar en la aldea, mi aldea se llama Shi-Som, vivimos en el segundo de Ppefoi, en el norte de éste, estamos a 45km del mar, no somos un pueblo pesquero, sembramos, esa es la vida aquí, son muy pocos los guerreros de la aldea, Doorn era uno de ellos, cada uno lleva consigo su estandarte, una marca especial que los diferencia de los demás, el de él es… o era, la verdad es que ya no lo sé, un octágono plateado con orillas carmesí, en el centro del octágono se miraba un corcel negro con armadura, las llamas en los ojos, pies y lomo del corcel lo hacían ver como salido del infierno, a mí no me gustaba mucho que digamos, él me decía que era una manera de parecer más fiero en combate. 

Un día, como un mes antes de que Daniel entrara en mi vida, aparecieron cincuenta caballos muertos en los campos, todos ellos desollados, sus ojos, patas y lomos fueron quemadas, el día que Daniel entró en mi vida, veinte reses aparecieron, sus entrañas fueron removidas y esparcidas por todo el campo, cuando estábamos revisando el lugar, un niño gritó desde arriba de un árbol: es Doorn, lo repetía una y otra vez, nadie entendió porque gritaba eso, más de uno volteamos a nuestro alrededor buscándolo pero nadie consiguió verlo, su abuelo subió a ver, las vacas formaban un corcel, la sangre decoraba el suelo como fuego, las entrañas no fueron tiradas nada mas porque sí, formaban un octágono, el escudo de Doorn estaba en el suelo del campo, me asusté tanto al verlo, no podía creer que él hubiera hecho algo así. 

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