Cuatro Minutos

Mira, dejé el celular en el baño, no me di cuenta, son las siete con tres minutos y doce segundos, tengo mal aspecto, son evidentes los tragos de anoche, me gusta llamar a Ana, ella siempre me sigue bien el ritmo, es una muc… un momento, es ella, por eso fue hasta ahorita que lo sentí, esta vieja se metió con alguien, no se cuidó y ahora me jodió, eso es, es lógico, todo cuadra, los condones ya tenían una semana en la mesa, estaban viejos y descuidados, no servían y no me protegieron de las mugres de esa vieja sucia. 

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Sentarme en la tasa hizo que se me salieran unas cuantas lágrimas, ni la vez que me caí de un árbol sobre un arbusto y me encajé diez mil espinas en los hue… por favor, señor, dame fuerzas, ayúdame en estos momentos, aiñ, me duele con sólo agarrarlo, tengo que bajarme la pielecita para dejar la cabeza libre, lo haré de un jalón, a ver si así duele menos… 

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Una… dos… tre, ay, ay, ay, me da miedo, vamos se valiente, tú puedes muchachote, si pudiste con la brasileña esto no es nada, un momento, ¿y si fue ella? Claro, los caipiriños son muy promiscuos, les encanta coger y de seguro son cochinos, lo peor de todo, son hongos y de otro país, ¡AY..! 

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Apenas así, me engañé solo, pero ya está abajo, ya lo puedo ver… vamos campeón, abre los ojos, mírate, así sabrás que tan mal está… 

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No es verdad… 

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