


La Conquista
Quiero, quiero recorrer el mundo, escalando las montañas y conociendo sus planicies, nadar hasta las profundidades del océano y encontrar los tesoros ocultos en él, adentrarme en las selvas más densas y descubrir el seno de una nueva civilización, que se extenderá, a lo largo y ancho de ti, conocer todo aquello que un día será mío, aprender los mejores puntos de ataque, organizar la mayor ofensiva que ni todo el arsenal del mundo pueda detenerme, este mundo es mi objetivo y mi mayor sueño, este mundo, este cuerpo, tu cuerpo.
Desembarcaré en tus orillas con una tropa bárbara de besos, ser tu Hidalgo e independizarte del pasado, un conquistador, un corsario o un catequista, hacer retumbar tus tierras vírgenes al ser exploradas y beber del manantial, tantos recursos por explotar que hasta el gigante del norte a de querer conquistar, tus tierras son el sueño de cualquier gran guerrero, Alejandro Magno, Napoleón Bonaparte, Hernán Cortéz, Atila el huno o Genghis Khan, nunca pudieron soñar con tan bellas tierras.
Ser tu revolucionario y provocar la manifestación de todos tus sentidos, quedarme por los próximos setenta años con tu posesión, para poder explotar tus tierras cada día hasta el final, mandar a destruir todos tus miedos y frustraciones, ser el tirano de esta historia por conquistar este mundo tan bello y tenerlo sólo para mí, crearé campos de concentración dedicados a matar las pesadillas y malos recuerdos, ser el Gandhi de tus tierras y conectarme a tu alma por medio de mis palabras, para llenar de amor a esta mi nueva patria, para llenarte de amor a ti.
Hacer un nuevo orden mundial en el que los besos y las caricias sean la única moneda, donde hacer el amor la única forma de política, las miradas sinceras y llenas de admiración los acuerdos comerciales que desemboquen en noches llenas de pasión, las guerras se libren en la cama o donde quieras, que los batallones sean soldados de caricias, las armadas sean besos, tanques de sueños e ilusiones, bombas de pasión, para que el único saldo resultante de estas batallas sea la cimbra de los cuerpos y las explosiones de placer.
Aprenderé de los errores de Napoleón y de Hitler y nunca invadiré tus tierras en momentos de crudo invierno, no sea que resulte herido y no pueda seguir conquistándote, esperaré a que la primavera vuelva a tu vientre para atacar con mayor fuerza, prepararé el campo de batalla para que tu ejército venga hacia mí y esperarlo, preparado para hacerles frente con un gran abrazo.
El fin, justifica los medios, soy uno contra el mundo, soy uno contra cientos, soy uno, contra ti, esta es una declaración de guerra, declaración de guerra es esta, un declaración por la conquista de tus tierras, por la conquista de tus labios, mina de besos que añoro, una mina aún más valiosa que una de oro, saciarme de las bellas montañas del sur y el norte que decoran tu cuerpo, expropiar para mi consumo personal aquella fuente que hay entre tus piernas y la mirada de tus ojos.
El arte de la guerra traducido en su máxima expresión, el arte de la guerra por la conquista del ser más temido y amado del universo, por ti, mujer, ese bello defecto de la naturaleza contra la cual no hay comparación, ¿mi arsenal? poemas, canciones y atenciones, no he de necesitar más, que mi espíritu inspirado está gracias a ti…enamorado por siempre de usted, mi patria y religión, mi anhelo y mi pasión, por siempre usted.